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La Nave de los locos y locOnas: un viaje bufonesco y subversivo con dramaturgia de Andrés Del Bosque llega al escenario

24/Jun/2025

El próximo jueves 3 de julio a las 19:00 hrs., el Parque Cultural de Valparaíso será el escenario de una experiencia escénica provocadora y transformadora: La Nave de los locos y locOnas, la más reciente creación del dramaturgo, actor y director Andrés Del Bosque, reconocido por su trayectoria en el teatro popular y de crítica social, con obras emblemáticas como Las 7 vidas del Tony Caluga.

El próximo jueves 3 de julio a las 19:00 hrs., el Parque Cultural de Valparaíso será el escenario de una experiencia escénica provocadora y transformadora: La Nave de los locos y locOnas, la más reciente creación del dramaturgo, actor y director Andrés Del Bosque, reconocido por su trayectoria en el teatro popular y de crítica social, con obras emblemáticas como Las 7 vidas del Tony Caluga.

Esta obra, financiada por el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas 2025, propone una travesía teatral construida desde el lenguaje del bufón, donde el humor, el absurdo y la sátira se transforman en herramientas para tensionar la historia, denunciar el olvido y reimaginar nuevas formas de dignidad para los cuerpos históricamente excluidos.

Inspirada en la brutal práctica de los zoológicos humanos que alcanzaron su auge entre los siglos XIX y XX —instancias en las que pueblos indígenas de África, Asia y América Latina fueron capturados y exhibidos como espectáculos etnográficos en Europa—, La Nave de los locos y locOnas recoge esa historia para devolverla al escenario desde una perspectiva crítica, poética y profundamente subversiva.

En esta obra, los roles se invierten: los sobrevivientes y sus espíritus metamorfoseados son quienes regresan a interpelar a los verdaderos bárbaros, los colonizadores, exploradores y empresarios que alimentaron la maquinaria de deshumanización y exterminio. “Es un acto de justicia escénica, pero también un gesto profundamente bufonesco: devolver la mirada, reírse del poder, y resistir desde el margen”, afirma su creador.

El título de la obra alude a La nave de los locos, el célebre poema satírico de Sebastian Brant (1494), y a una práctica documentada en Europa durante siglos: la expulsión de personas consideradas indeseables —locos, prostitutas, herejes, homosexuales— en barcazas sin rumbo. Esta imagen se articula con los rituales populares del festum stultorum (fiesta de los locos), donde por un breve lapso el orden social se invertía y el bufón ocupaba el lugar del poder.

A través de esta genealogía teatral, Del Bosque propone una reflexión crítica sobre los mecanismos de exclusión en la historia de Occidente, con una mirada que también recoge influencias de Michel Foucault, Humberto Maturana y la espiritualidad de los pueblos originarios. La figura del Wetiko —ser mitológico del pueblo algonquino que representa al caníbal espiritual, al colonizador que consume al otro por codicia— aparece en la obra como un símbolo vigente del capitalismo depredador y de la colonización cultural.

Lejos de un texto dramático cerrado, la obra fue construida colectivamente mediante procesos de improvisación, diálogo escénico y musicalidad popular. Se utilizan décimas espinelas, verso octosílabo, juegos de palabras y cantos ancestrales, recuperando tradiciones orales como forma de resistencia poética. Como señala Del Bosque: “La prosa nos divide, el verso nos une. Apostamos por un lenguaje que conecte con algo vital y profundo, más allá del discurso racional”.

El elenco está compuesto por intérpretes con formación en circo, clown, teatro físico y bufón, quienes dan vida a figuras como Julius Popper, Carl Hagenbeck, Madame Behety y José Menéndez, enfrentándolos a los espíritus indígenas que, desde el presente, reclaman su lugar en la historia. El trabajo fue realizado con el acompañamiento de representantes de la comunidad Selk’nam, como José Luis Vásquez Chogue, incorporando elementos de su memoria viva, especialmente la ceremonia del Hain.

La función en el Parque Cultural de Valparaíso será abierta a todo público, con entrada liberada y aporte voluntario, y contará con un espacio de mediación posterior a la presentación, para propiciar el diálogo entre artistas y espectadores. El objetivo es profundizar en los temas que atraviesan la obra: el racismo estructural, la construcción de la historia oficial, la deshumanización del otro y la posibilidad de imaginar nuevos relatos desde el arte.

“Queremos que la obra provoque risa, pero también sorpresa, incomodidad y pensamiento. Que quienes asistan se pregunten cómo se ha construido el relato oficial y qué lugar han tenido en él los cuerpos excluidos, los pueblos originarios, los herejes, los locos y los artistas”, concluye Del Bosque.