Tal vez las vacaciones y su agobiante incumbencia deberían ser parte de un programa de crecimiento cultural. El agotador descanso termina y retomamos una “normalidad” que de normal tiene poco, salvo las gastadas normas en las que se desenvuelve.
Tras el satisfactorio balance de “El Parque en Verano” desde la mediana altura del Cerro Cárcel comenzamos a ser parte y a vivir las realidades de Valparaíso y su región, este comienzo circular trae para el Parque Cultural de Valparaíso, para la ciudad y el país, un tremendo regalo; la muestra retrospectiva del pintor Gonzalo Ilabaca.
El arte puede plantearnos distintos desafíos y despertar en nosotros variadas reacciones, el de Gonzalo Ilabaca es un ataque masivo a los sentidos, a los afectos, a las certezas.
La pintura de Gonzalo Ilabaca no es un pre-texto, así como sus textos no son una didascalia de sus cuadros, no hay un texto que pueda explicarla o contarla, no espera explicación ni la necesita, es una pintura que se completa en el acto mismo de ponerse en contacto con el espectador…
La muestra retrospectiva, El Último Día del Año nos impone desde el título la circularidad o espiralidad del tiempo, es un día pero de muchos años, los autoretratos que cada fin de año hace el pintor son el retrato de ese día múltiple de esos muchos días que son uno, de esos muchos retratos que son el pintor.
También su biografía nos habla de viajes y experiencias, de tiempo y espacio que transcurre y se detiene, se adentra en observaciones e introspecciones, todo eso está en esta magnífica retrospectiva, un viajero que recala y sigue viajando desde Valparaíso, una muestra que es un viaje mágico en la siempre asombrada y enamorada mirada de un gran pintor contemporáneo.
Jorge Coulon
Director del Parque