11/Ago/2014
“Por su capacidad de afrontar un capítulo crítico de la globalización mundial. Focalizada en un elemento esencial de la arquitectura moderna –el muro prefabricado de cemento- la investigación chilena destaca el papel de los elementos arquitectónicos en diferentes contextos, tanto ideológicos como políticos”. Así explicó el jurado de la 14…
“Por su capacidad de afrontar un capítulo crítico de la globalización mundial. Focalizada en un elemento esencial de la arquitectura moderna –el muro prefabricado de cemento- la investigación chilena destaca el papel de los elementos arquitectónicos en diferentes contextos, tanto ideológicos como políticos”.
Así explicó el jurado de la 14 Bienal de Arquitectura de Venecia, que decidió premiar con el León de Plata a un proyecto de pabellón chileno en la muestra de arquitectura más importante del mundo.
El arquitecto Pedro Alonso y el diseñador Hugo Palmarola, curadores del Pabellón de Chile que ganó el León de Plata en la versión 2014 de la Bienal de Arquitectura de Venecia, participaron como expositores en el seminario Monolith Controversies, que se desarrolló el 31 de julio como parte del programa del “Meeting on Architecture”, sección curada por el director Rem Koolhaas en la citada bienal.
Monolith Controversies, el proyecto en cuestión, es un trabajo de investigación de más de siete años del arquitecto Pedro Alonso y del diseñador Hugo Palmarola. Ellos ganaron en 2013 el concurso que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes abrió para buscar al proyecto que representaría al país en la muestra que se inauguró esta semana en Venecia.
El pabellón chileno pone en valor un hito olvidado en la historia de la vivienda social en Chile: la instalación de la KPD, una fábrica donada por la Unión Soviética en 1972 para construir edificios de departamentos tras el terremoto que azotó al país en 1971.
La elección de la pieza busca enfocarse en un elemento tan fundamental de la arquitectura global en el siglo XX como es la pared de hormigón, pero por sobre todo, mostrar cómo este mismo elemento se convirtió en Chile en un intenso objeto de controversias, de alta carga simbólica.
Durante la inauguración de la KPD, Salvador Allende y el Embajador Soviético pusieron sus firmas en el hormigón fresco, acción que lo convirtió en un bloque único, el que se instaló más tarde en la entrada de la nueva fábrica, ubicada en Av. Industrial con Av. El trabajador en El Belloto, Quilpué.
Tras el Golpe de Estado en septiembre de 1973, la fábrica pasó a manos de la Armada, que borró la firma de Allende y agregó al panel un retablo de la Virgen del Carmen con el Niño Jesús, además de dos lámparas coloniales. Luego del cierre de la KPD, este panel quedó abandonado. Alonso y Palmarola decidieron rescatar esta historia y llevarla a Venecia.
Este martes 12 de agosto, Pedro Alonso y Hugo Palmarola, estarán en el último Conversatorio de COLOSAL, que se realizará en la Sala de Artes Visuales a partir de las 19:00 horas.