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Dictaduras y desmonumentalización: patrimonios, memorias y futuros posibles en disputa

25/Jun/2023

En el contexto de las conmemoraciones de los 50 años del golpe de Estado cívico-militar de Chile y los 45 años del desmantelamiento de la dictadura de Franco en España, se realizó en el Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel un coloquio que reflexionó sobre la arquitectura en las dictaduras y las disputas democráticas por las memorias colectivas y los espacios públicos. 

Con motivo de la visita a Chile de la Dra. María Isabel Navarro, historiadora del arte y catedrática de la Universidad de La Laguna, el Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel en conjunto con el Departamento de Artes Integradas de la Facultad de Arte de la Universidad Playa Ancha realizaron el Coloquio “Arquitectura, Dictadura y Desmonumentalización: Experiencias Comparadas entre Chile y España”, que contó con la participación de Dr. José de Nordenflycht, Director del Departamento de Artes Integradas de la UPLA; Erick Fuentes, Director Ejecutivo (i) del Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel y la moderación de María Fernanda García, Directora Ejecutiva del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. 

La instancia, organizada al alero del Fondecyt N°11200064 dirigido por la Dra. Magdalena Dardel del Departamento de Artes Integradas de la Facultad de Artes de la Universidad Playa Ancha, se presentó como una oportunidad única para reflexionar sobre las memorias colectivas y la desmonumentalización, abriendo un espacio de diálogo crítico y constructivo, en un contexto donde se conmemora medio siglo desde el golpe de Estado en Chile y 45 años del desmantelamiento de la dictadura de Franco en España, resultando entonces fundamental analizar las experiencias compartidas entre ambos países, reconociendo la importancia de preservar y difundir la memoria histórica en nuestras sociedades contemporáneas. 

La Dra. María Isabel Navarro, reconocida experta por su trabajo en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica y el Catálogo de Vestigios Franquistas de las Islas Canarias, presentó su estudio titulado “España y el abuso de olvido. La Memoria Democrática y el caso de las Islas Canarias”. María Isabel reflexionó en relación a la reciente eliminación de figuras en Valparaíso como la estatua de Merino y la importancia de espacios de diálogo para la normalización democrática posterior a conflictos como las dictaduras: “Yo creo que esa actitud responsable, diríamos, incluso, de confrontación permanente con los distintos cánones del pasado, es una tradición que yo creo que es muy ejemplarizante para nosotros, que vivimos de manera permanente, como país, un continuo negacionismo una falta de una disciplina científica actualizada y responsable, en donde se distingue entre la historia científica, la memoria histórica como una disciplina que trata de la historia compartida. A mí me parece muy elocuente el hecho de que no se puedan encontrar sobre todo determinadas figuras muy conocidas de los peores momentos del terror en los espacios públicos, a diferencia de mi país, en el cual es una lucha continuada, a pesar de que hay un marco normativo, claramente establecido y son los mismos representantes políticos los que están todo el tiempo jugando a escaramuzas judiciales para intentar eludir las obligaciones de esa retirada, de esos nombres ignominiosos, que no deben ocupar espacios compartidos”.

La moderación de la actividad estuvo a cargo de María Fernanda García, Directora Ejecutiva del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, quien aportó su expertise en la materia. María Fernanda señaló, a partir de la misma interrogante, que “son procesos de la humanidad que hay que entender que van haciéndose de parte cada vez. Ahora, lo que sí tenemos es consciencia, conciencia de las mujeres, conciencia de los niños, conciencia del mundo indígena, conciencia de los que no tienen voz. Esa es la gracia hoy en día, que antes no había. Entonces, de eso sí que somos conscientes hoy día, y de esa forma tenemos que también transformar y transmutar los monumentos y los hechos históricos”.

Por su parte, para el Dr. José de Nordenflycht, Director del Departamento de Artes Integradas de la Universidad de Playa Ancha y también miembro del Directorio de la Asociación Parque Cultural, es importante la labor que se hace desde la universidad y cómo ésta entrega insumos para la reflexión: “La relación entre Chile y España es interesante debido a sus distintos caminos en procesos históricos complejos y traumáticos. En Chile, existe una fuerte autocrítica y autodisciplina en relación a su pasado, buscando reivindicación, reconocimiento y reparación. Por otro lado, en España aún persisten monumentos y toponimia asociados a Franco, a pesar de contar con una ley de memoria histórica democrática. En el Parque Cultural, se busca la resignificación incluso del nombre, como parte de un proceso en construcción que involucra a la academia en generar reflexiones y aportes en esta dirección, estas experiencias educativas reflejan el compromiso con la diversidad histórica y cultural, y se están llevando a cabo en un contexto virtual”.

En ese sentido, y en el marco de la ejecución de la primera etapa de diseño del proyecto “Habilitación Sitio de Memoria Conjunto Ex Cárcel Pública de Valparaíso”, desarrollado entre el Departamento de Patrimonio, Memorias y Derechos Humanos del Parque Cultural de Valparaíso y la Unidad de Gestión de Proyectos de la Dirección Regional de Valparaíso del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural; se comienzan a levantar los estudios técnicos de especialidad para significar y rehabilitar la otrora Casa de Pólvora y ex Cárcel Pública de Valparaíso como el principal conjunto patrimonial, de memorias y promoción de derechos humanos de la región de Valparaíso.

Al respecto, Dr.© Erick Fuentes, Director Ejecutivo (i) del Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel y Coordinador del Comité Chileno de la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC), reflexiona desde ese lugar que cohabitamos y construimos cotidianamente y que es el actual Parque Cultural, señalando que “hablamos de patrimonios incómodos, disonantes y críticos, puesto que estos son testimonios materiales y simbólicos de diversos procesos vinculados a las violaciones de los derechos humanos, como a las historias de su defensa y promoción, siendo sus principales expresiones los lugares, espacios y sitios de memoria”. 

Como es de público conocimiento, por el hacinamiento e inseguridad para el entorno, a fines de 1999 se trasladó la cárcel a un nuevo sector alejado del centro urbano con lo que diferentes empresas intentaron adquirir el terreno para levantar proyectos inmobiliarios. Sin embargo, las organizaciones vecinales, artístico-culturales y de derechos humanos se opusieron, ocupando y autogestionando durante casi una década el terreno hasta que fue posible conseguir financiamiento público que permitiera levantar un proyecto de infraestructura cultural en 2010 que se pusiera al servicio de las artes, la cultura y el patrimonio de la región; interviniendo los inmuebles y espacios públicos del conjunto, pero lamentablemente, realizando operaciones que no consideraron su vocación como sitio de memoria, borrando prácticamente todas las huellas de ese pasado de más de 200 años y donde, durante la dictadura de Pinochet, fue el principal centro de detención e interrogatorio de la región.


En ese sentido, Fuentes profundizó que “desde el año 2016 comenzamos a desarrollar sistemáticamente acciones para transformar la invisibilidad de las experiencias soterradas por la razón hegemónica de la institucionalidad cultural del país, declarando el 2017 a este lugar como un Monumento Nacional y, desde esa fecha, profundizando los procesos de investigación, programación, formación y de extensión que no han dejado de crecer junto a las comunidades que se han apropiado del proceso de significación y rehabilitación del conjunto. Luego de una invisibilización en la Obra Bicentenario y una década de funcionamiento de la institución, el nuevo proyecto contempla la reapertura del acceso original del presidio y de visitas, la habilitación de espacios museales y de reinterpretación que relaten la trayectoria histórica del lugar, considerando un Archivo y Centro de Documentación que albergará las memorias vinculadas al sitio; en conjunto a la restauración y conservación de objetos históricos y arqueológicos y de la Casa de Pólvora; todas acciones sistemáticas de puesta en valor de este patrimonio común, ciudadano y democrático que nos pertenece a todas y todos”.