“Minga de las Puertas Lúcidas”

Este fin de semana vecinas y vecinos de la conocida Plaza El Descanso de subida Cumming realizaron una gran jornada de participación que los reunió en torno a una actividad de rescate del sector para recuperar el territorio de las garras de jóvenes inescrupulosos que utilizan el lugar como su bar y baño nocturno.

Luego de conseguir que cierren la emblemática plaza por las noches, bajando considerablemente las molestias del entorno, este sábado y domingo los vecinos agrupados en la Junta de Vecinos n° 74, que lidera Waldo Burgos, se reunieron junto a artistas y pintores para cambiarle el rostro al lugar, sobre todo, a la conocida y pintoresca calle Atahualpa, que se habría transformado en la letrina del barrio.

Específicamente, la junta de vecinos junto a la escuela Argentina, contigua al conflicto y el Área de Mediación del Parque Cultural de Valparaíso, lograron aunar voluntades para conformar un batallón de artistas que, por un lado, pintaron más de 40 puertas de calle Atahualpa y, por otro, levantaron una feria vecinal y un programa de números artísticos que acompañaron la imitable actividad.

“Le denominamos Minga de las Puertas Lúcidas a estas jornadas de trabajo, pues nos dimos cuenta que la única puerta que los inescrupulosos respetaban era una pintada en óleo con una araucaria, de allí que nos propusimos pintar cada una de las puertas, entregando cada una a un artista para que trabajara en ella” apuntó Waldo Burgos, Presidente de la Junta de Vecinos.

De esta manera, se hizo parte del trabajo mancomunado una serie de pintores, entre ellos el destacado pintor local Fernando Mena, quien realizó una obra en una pared de calle Atahualpa. También participaron activamente un grupo nutrido de jóvenes del proyecto Valparaíso en Colores, que sumaron una nueva acción de recuperación de los barrios porteños.

Junto a ellos, en el show artístico solidarizaron con su presencia Chinoy, Claudio Martínez, danza de Escena al borde, Eva Tango, Flamenco de Andrés Parodi, Pacto Reflejo, Gopa y las danzas circulares, entre otros. 

Todo culminó ayer domingo cerca de las 23 horas con una cena minguera de agradecimiento,  en donde los amigos de Cocina La Mestiza jugaron un rol fundamental para reponer las fuerzas de todas y todos los voluntarios que se hicieron presente.