Festival

9/Nov/2023
Desde el sábado 30 de septiembre hasta el miércoles 25 de octubre el Festival de Nuevos Medios Sitio 23 intervino espacios en el Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel con propuestas que invitaron a los públicos a pensar en torno a las desigualdades de género, promoviendo la diversidad y…
Desde el sábado 30 de septiembre hasta el miércoles 25 de octubre el Festival de Nuevos Medios Sitio 23 intervino espacios en el Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel con propuestas que invitaron a los públicos a pensar en torno a las desigualdades de género, promoviendo la diversidad y la cultura del respeto en una instancia de cruce entre conocimientos académicos y expresiones culturales.
Alejandra Pérez es artista, especialista en sonido, investigadora asociada al Proyecto Anillo “Descentrando desigualdades, géneros y territorios”, a cargo de la dirección artística del Festival Sitio 23. Sobre la programación comparte: “Esta es la primera versión del Festival, se considera una intervención de sitio específico a nivel urbano en la ciudad de Valparaíso. Reúne a artistas regionales con invitades de Valdivia, Santiago y Concepción. Lo que cruza el Festival es el problema de la desigualdad, esto es una iniciativa para vincular a un grupo de investigadoras con el medio, agentes culturales y artistas para conversar sobre la desigualdad, formas de resistencia, cuidado y apoyo mutuo, además del ecocidio, la huella antropogénica, la violencia contra la mujer, eso en términos de conceptos”.
“En este festival consideramos la tecnología en un sentido amplio, desde la escritura, como tecnología neolítica, hasta la inteligencia artificial, arte generativo. Tratamos de cuestionar el concepto de lo nuevo a través de, por una parte, vincular lo viejo, preguntarnos sobre la obsolescencia de las cosas en un contexto de obsolescencia planetaria, de crisis ecosistémica. Nos preguntamos qué es lo nuevo para el arte, en qué está interesado el arte, proponemos una respuesta no binaria que involucra lo viejo, lo nuevo, casettes, performance de radio, costura a varias manos. La especificidad del medio no es tan importante como la del contexto, la problemática en la que se involucran las artistas”.
Para Alejandra Pérez todas las artistas que participan son un regalo. Estuvo presente el trabajo de FAGNES, productora especialista en artes visuales, quien se encargó de que la instalación de las obras estuviera conectada con la arquitectura del Edificio de Difusión. La artista porteña Priscilla Solari expuso “Descoser, Hilvanar, Transmutar”, instalación crítica hecha a mano de varias mujeres que tiene como origen la instalación urbana “62/Moldes de corte y confección” (2009) que aludía a los feminicidios perpetrados el año 2007. Hubo la muestra de un Programa Audiovisual Rapa Nui junto a Leo Pakarati, Paula Rossetti, Nicole Albornoz Tenderini y Sebastián Pakarati, y Chercan Radio hizo transmisiones de las jornadas.
Inauguración
Bárbara González, artista sonora visual, inauguró el Festival con la intervención radial “Ventanas al Aire”. Es un trabajo en proceso con archivos sonoros y visuales que viene recopilando desde el año 2012, siendo también parte de su proyecto Acción Rizoma:
“Gracias a la invitación a hacer una intervención en Ventanas conocí a mujeres súper potentes, activistas comprometidas. Sentí que era el momento de compartir registros y empecé a elaborar una propuesta de instalación y acción. Tiempo después me invitaron a ‘Rebeldes’ Festival Feminista en el Museo de la Memoria. Encontré que era una ventana para invitar a las amigas de Ventanas. He tenido vínculo con ese lugar a raíz de que mi familia tiene una casa ahí. Me fui a vivir a Ventanas un tiempo, pude investigar y desarrollé este trabajo”.
El Sindicato Afrodita estuvo presente en colaboración con el artista anónimo porteño Shadows, considerando tecnología la capacidad de organizarse como sindicato, el medio es la jurisprudencia, el aparato legal, volverse un sindicato para combatir la violencia sufrida. Sandra Peña, presidenta del Sindicato, comenta:
“Para nosotras no es muy agradable volver aquí, muchas estuvimos presas. Teníamos un patio donde nos juntábamos todas las mujeres trans. Al cerrar esta cárcel y armar la nueva no había patios para nosotras, cuando caíamos presas nos metían a un sótano, un hoyo sin agua, luz, nada. No pudimos soportar más eso y unas compañeras hicieron un incendio. Desde esa vez cambió todo y de ahí hicieron una cárcel especial para nosotras en Quillota, el 2001, allí armamos un sindicato para luchar por nuestros derechos”.
Taller La Loica fue invitada desde Concepción para presentar el trabajo de su taller textil de bordado feminista. Su acercamiento a los nuevos medios es el análisis de la problemática que quiere tratar con árboles de decisiones, no son diseños espontáneos, responden a una evaluación de las situaciones:
“Soy originaria de Magallanes, hace seis años erradicada en Concepción, territorios desde los que me gusta hablar. Mi obra es una propuesta desde la clase y acceso al arte, su soporte permite que diversas personas accedan a ella. Es de mi interés que mi arte esté en la casa de cualquier señora de alguna población; hago libretas, espejos, bordados, quiero que llegue a la gente que generalmente no compra arte pero sí un imán de refrigerador. Creo que el refrigerador es una mini galería que las casas tienen, mi objetivo como artista es estar en esa galería doméstica instalando mensajes y perspectivas desde piezas cotidianas”.
Se presentó paltamango en vivo y el dj set de ENDOFOBIA, dando pie a la noche con palabras de Alejandra Ramm, investigadora y académica de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso y directora del Proyecto Anillo ANID ATE220051 «Des-centrando desigualdades géneros territorios», financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). En su discurso señaló:
“El Festival Sitio 23 es nuestra salida a la comunidad, al mundo, desde el proyecto Descentrando Desigualdades, Géneros y Territorios. Nos interesa descentrar las formas de conocimiento, las formas de representación y las acciones realizadas. La academia, que es de donde nace este proyecto, siempre ha tenido una marcada pretensión, creyendo que el conocimiento que produce es el único válido. Eso ha sido usado de muy mala manera como forma de dominación, especialmente en el tema de género ha generado mucho daño. Nosotras no creemos en eso, creemos que hay diversas formas de conocimiento, que es importante el diálogo y que es valioso que haya distintas formas de saberes”.
El día de inicio finalizó con la actuación en vivo de la reconocida música y DJ Kamila Govorčin y la proyección interactiva de grandes dimensiones a cargo de Happy Hackers basada en el análisis de palabras ligadas a la desigualdad encontradas en Twitter.
Desarrollo y cierre
El Festival tuvo una duración de aproximadamente un mes, generando instancias significativas con perspectiva crítica, de género, derechos humanos, facilitando espacios de encuentro para problematizar y sensibilizarse desde diversas experiencias éticas y estéticas. El jueves 12 de octubre Rosa María Lizama, activista por la memoria y los derechos humanos, presentó su colaboración con el cineasta Leo Medel respecto a su trabajo conjunto en torno a la representación del dolor. Luego hubo música en vivo de la mano de Taller Rata Elektrika, Orquesta Pandroginia y MUBE. Además, hubo varios días de peluquería trans marica con Nube y Fennec.
El 25 de octubre Trinidad Órdenes, médica veterinaria del sector de Rautén Bajo en Quillota, realizó el conversatorio Autogestión de la salud en animales. También se realizó un concierto con el dúo Hypereikon, conformado por María Constanza Lobos y Sebastián Rojas. María Constanza detalla que en el proceso creativo “trabajamos la imaginación artificial, como nos gusta llamarla nosotras. A través de técnicas generativas con inteligencia artificial tratamos de plasmar imaginarios, ideas y procesos. Nuestro concierto consistió visualmente en imágenes posbiológicas creadas con inteligencia artificial alteradas en tiempo real mediante códigos, jugando con la desintegración de la imagen y la expresividad del archivo digital en sí mismo”.
Sebastián Rojas indica que Hypereikon empezó a trabajar en Valdivia, de donde es Constanza. “Yo soy de Santiago y me fui a Valdivia, donde coincidimos. Primero desarrollamos arte sonoro, luego fue la imágen y el video. Estamos súper agradecidas de la invitación a Sitio 23, que se le dé un espacio a las artes digitales post representativas. Nos gusta que se difumine dónde termina la imaginación y empieza la técnica. Intentamos trabajar en ese borde entre lo orgánico y lo digital, lo imaginatorio y lo posible. Estas imágenes plantean seres y entornos que están en nuestra imaginación. Está siendo todo procesado y modulado en tiempo real, escribiendo códigos, líneas, una presentación generativa y performada. El computador no está andando solo, estamos performando el computador”.
Graciela Muñoz cerró el Festival con ‘EPITAFIO’, un concierto que mezcla música electrónica con paisajes sonoros de la Ballenera de Quintay y Tierra del Fuego. “Viajé e hice grabaciones en esos sitios de muerte aparentemente olvidados, algo vacíos, solitarios. Estoy indagando en ellos desde el 2017 y me pareció un trabajo pertinente a la línea editorial de Sitio 23, se relaciona con experiencias situadas y nuevos medios. Usé los mismos parlantes con los que convoqué los sonidos del río Baker de la Patagonia en un río seco de Petorca hace diez años. Este amplificador es como un equipo de música, pero artesanal que le da energía a los parlantes. Muy emocionada de ser parte de esta experiencia comprometida con las artes y el pensamiento crítico”.
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