Museo Incorruptible

Museo Incorruptible

Colectivo FUGA

el proyecto

El proyecto Museo Incorruptible se desarrolló en tres etapas fundamentales:

1) Acercamiento al espacio geográfico local diagramando un plano imaginario a partir de la información visual y narrativa publicada sobre la historia del barrio Guajaló.

2) Entrevistas en puntos estratégicos (hogares, iglesias, plazas, instituciones públicas y privadas) a pobladores entre 18 y 80 años, mediante un sistema de diálogo como: el porqué del nombre del barrio, comercio, ritos funerarios, celebración de fiestas, medios de transporte, juegos populares o figuras públicas, entre otras preguntas.

3) Cotejo de los resultados de las primeras etapas que desembocan en la creación de once ilustraciones formalizadas como una línea de tiempo sobre la construcción de un barrio del sur de Quito. Los diseños emulan el estilo del cronista indígena Felipe Guamán Poma de Ayala (cuyos dibujos muestran la visión indígena del mundo andino y permiten reconstruir aspectos de la sociedad peruana después de la conquista).

En este proyecto los relatores locales «reconquistan» su memoria histórica, la cual no figura en ningún texto ni forma parte de ninguna investigación sobre la creación del barrio. Los relatos se estamparon en cerámicas (baldosas) y se ubicaron en la plaza junto a la iglesia, punto de encuentro de sus habitantes desde el Guajaló de antaño.

El material que se entregó a la directiva del barrio y a los miembros de las familias que colaboraron en el desarrollo de la investigación —quienes ahora son dueños y defensores de este museo incorrupto del barrio— es un archivo editado de las entrevistas, documentación y audiovisuales.

Año: 2014

Colectivo FUGA

origen

Otavalo, Ecuador

biografía

Colectivo FUGA, cofundado por Jairo Mena Herrera, Efrén Rojas Endara y Wilman Trujillo Páez, nace en la ciudad de Otavalo en 2014 en un intento por recuperar las acciones plásticas desarrolladas en el ámbito público, así como en el encuentro de un numeroso grupo de artistas de diferentes localidades. Esto último contribuye con una visión amplia de las prácticas culturales en lo nacional, además de compartir, debatir y reflexionar las necesidades puntuales, no solo de las prácticas artístico-culturales, sino del papel del arte en el conjunto social-político local.

El arte como proceso social configura sensibilidad e imaginarios del pueblo transmitiendo la historia de los pueblos de quienes la han vivido y hecho. Este aspecto social se expresa por medio de ideologías, utopías, símbolos, rituales, mitos y prácticas socioculturales. El colectivo trabaja de cara al riesgo de la perdida de memorias populares, mediante procesos de reconstrucción de memorias grupales, reflexionando su papel, formas, materiales y una manufactura que permita reconstruirlas sin pérdidas en el contexto de las curvas de la información.

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