29/Oct/2012
Hay dos razones para que el FIFV esté en el PCdV. La primera, Sergio Larraín; la segunda, la producción de archivo. Desde la hipótesis de apertura del PCdV que hemos insistido en el triángulo de la densidad imaginal de Valparaíso: Joris Ivens, Sergio Larraín y Aldo Francia. No nos cansaremos…
Hay dos razones para que el FIFV esté en el PCdV. La primera, Sergio Larraín; la segunda, la producción de archivo. Desde la hipótesis de apertura del PCdV que hemos insistido en el triángulo de la densidad imaginal de Valparaíso: Joris Ivens, Sergio Larraín y Aldo Francia. No nos cansaremos de repetirlo. Lo que hay en este triángulo es un método para la edificación de una mirada desde el territorio del retrato; es decir, el retrato como distribución jerarquizada de las sombras. Lo que hace Sergio Larraín, con la hipótesis del rectángulo en la mano, que es lo más cercano que tenemos a la tactilidad del ojo, es encuadrar una socialidad.
La segunda razón es la producción de archivo. Aquí, la figura es Alfredo Nebreda, un hombre de exquisita sensibilidad que recolecta y acumula grandes cantidades de fotografías sobre Valparaíso. Cajas, cajones, maletas, bolsas, rebalsan de fotografías de todas dimensiones, reproduciendo una clasificación inconsciente de actividades sociales que permiten reconstruir una historia de la socialidad en la larga duración. Mientras que Sergio Larraín trabaja en encuadrar la eternidad del instante. Estas dos son las razones que se exhiben de manera manifiesta en la gran sala, desde el 10 de noviembre en adelante, hasta el 10 de diciembre. Eso es así de exacto: el instante y la larga duración.
Pero se agrega una tercera razón, fuera de la sala. Se trata de la editorialidad fotográfica, en la era en que la exhibitividad para-musealizante de la fotografía ha entrado definitivamente en crisis. La fotografía se hace para ser impresa. Ese podría ser el punto de partida de otra edificación de imaginarios, dependiente del papel impreso, de la tinta, de la puesta en página. Este es el rol del PCdV en el desarrollo de la práctica fotográfica en Valparaíso. Y no solo en esta ciudad, porque el objeto de todo este esfuerzo, junto a la Fundación FIFV y al área de fotografía del CNCA es fortalecer la editorialidad fotográfica chilena.